
Estos insectos, de color café, negro-café u ocre, brillantes, de olor desagradable y cuerpo muy aplanado, son bien conocidos por casi todas las personas.
Son activas principalmente en la noche o en lugares oscuros, siendo notables la rapidez y agilidad que caracteriza sus movimientos, permitiéndole escapar de sus perseguidores.
La cabeza no se ve cuando observamos por encima al animal, por quedar oculta bajo el protórax, tienen dos antenas largas, filiformes y movibles, que emplean para tantear los alimentos antes de triturarlos con el par de poderosas mandíbulas de que están provistas.
En las casas, las cucarachas se nutren de cualquier clase de alimento que puedan conseguir, devoran asimismo sustancias no consideradas comestibles, tales como encuadernaciones de libros, betún para calzado, tinta y cualquier tipo de tela.
Impensable su presencia en las industrias de alimentos y nuestros hogares, debido a sus hábitos sucios, apariencia repulsiva, mal olor y su costumbre de ensuciar con sus excrementos mucho más de lo que comen, unidos a la posibilidad de que puedan extender enfermedades tales como la lepra, la disentería y la tifoidea, lo cual las hace muy asquerosas y peligrosas.
Conocidas a nivel mundial, sin embargo no todas las especies de cucarachas viven asociadas al hombre, no pasan estas de media docena entre las 3.500 especies conocidas, de las cuales la tercera parte vive en América, él habitad de la mayoría es el tropical, habitan en selvas y bosques y se alimentan de madera, frutos caídos, hongos, insectos muertos y otros residuos animales.
De las seis cucarachas asociadas al hombre, las más conocidas en nuestro país son: la Cucaracha Americana, la Chiripa y la cada vez más vista la Cucaracha Oriental.
La cucaracha se cuenta entre los insectos más antiguos del mundo, la abundancia de fósiles hallados demuestra que ya había muchas especies totalizando una numerosa población en la época en que se formaron los yacimientos carboníferos, hace 300 millones de años. Aquellas difieren poco de las actuales, y la familia en conjunto tiene que considerarse como integrada, de insectos, que habiendo adoptado un género de vida sencillo y seguro, en un temprano período de la historia del mundo sin apartarse nunca de él, han seguido en la tierra por su misma humildad.
Las hembras disponen los huevos en unas cápsulas, llamadas ooteca. La hembra de la cucaracha común la lleva durante un día o dos, sobresaliendo de su cuerpo y luego se desprende de ella depositándola en un sitio seguro, pegándola a cualquier objeto con una secreción que sale de su boca. Puede producir una cápsula a la semana, hasta de 50 a 90 en su tiempo de vida. La Blatella germánica o chiripa la lleva sobresaliendo del abdomen por más o menos dos semanas, hasta pocas horas del nacimiento de la nueva generación. Periplaneta americana), café, de 3,75 cm. de largo, 28 meses de vida en la cual produce 80 ootecas. La germánica (Blatella germánica) o chiripa tiene dos rayas oscuras en la parte superior del protórax, de 1,25 cm. de largo, 3 meses de vida y 7 cápsulas.
La australiana (Periplaneta australasiae), negro-café, de 3,00 cm., 9 meses y 4 ootecas con 24 huevos cada una. La tropical (Periplaneta fuliginosa), café ahumado, 2,50 cm., con ciclo vital de 12 meses produciendo en el mismo 6 ootecas. La de banda café (Supella supellectilium), con dos rayas oscuras más anchas que la de la germánica, 1,10 cm., 4 meses y 10 ootecas en su ciclo de vida. La oriental (Blatta orientalis), de color uniformemente negro, más o menos de 2,50 cm. de largo, 13 meses de vida y 15 cápsulas.
Los ciclos de vida de todas las especies son muy parecidos, de cada ooteca hay de 15 a 40 huevecillos, de los cuales sobreviven solo de 4 a 9, debido al canibalismo que selecciona solo las más fuertes. Las cucarachas pequeñas que proceden de los huevecillos, tienen en mucho el aspecto de los adultos, excepto en que carecen de alas y son blancas tomando gradualmente su color a las pocas horas, el tiempo de eclosión de los huevos es de 20 – 25 días.
Hay también cucarachas de costumbres acuáticas y semi-acuáticas, así como algunas especies pequeñas de unos 0,05 cm. Que viven en sociedad con las hormigas o las termitas y hasta en avisperos y panales de abejas.
Con todo lo antes dicho sobran las razones para combatirlas y mantenerlas fuera de nuestros hogares e instalaciones.
Fuente: Serviplagas